jueves, junio 14, 2007

Tonteras de oficina

Una de las cosas que nos tiene pegados en la oficina en la que trabajo es un descubrimiento hecho hace como 2 meses. No sé de donde alguien llegó contando que existía un animal que era mezcla de león y tigre, que se llamaba ligre. Como nadie creyó demasiado, hicimos lo que se hace en estos casos: lo googleamos, a ver qué pasaba… total, si sale en Internet debe ser verdad. La cosa es que quedamos demasiado sorprendidos con el animalejo aquel. Pedazo de gato. Un tremendo bicho. Monstruoso.


A tal llegó el impacto causado, que al poco tiempo lo “adoptamos” y comenzamos a aplicarlo en nuestras conversaciones cotidianas como sinónimo de algo tremendo. Algo así como “tengo tanta hambre, que me comería un ligre…” o “p´ta la hueá, este cacho es del porte de un ligre!”. Incluso, en momentos de extremo aburrimiento y ocio, hemos llegado a cantar “…ligreeeeeeeee… como el sol cuando amanece yo soy ligreeee…”

Y hablando de cantar, he aquí la otra tontera que se nos ocurrió hace poco. Una compañera llegó un día muy entusiasmada cantando un tema de Pizzicato Five. Como nadie los conocía en la oficina, salvo yo, se me ocurrió poner un tema de ellos. Algo festivo, alegre, como para animar la mañana… “Nata Di Marzo”. Al principio nadie lo pescó mucho, pero la cosa mejoró notoriamente cuando se nos ocurrió googlear la letra del tema. Y claro, de ahí a cantarla hay sólo un paso. Y aunque puede sonar fácil o simplón, desafío al que quiera a que trate de cantar algo que dice

mayonaka ni nakidashite
anata wo komarasete miseru
sukoshi wa gokigen totte yo
amaeteru dake nandakara

No es nada sencillo, pero el esfuerzo vale la pena, porque el proceso proporciona muchas risas a eso del mediodía, cuando el “entusiasmo” matinal de experimentar Transantiago ha desaparecido y se comienzan a sentir los estragos estomacales pre almuerzo.

En fin. Son pelotudeces que uno hace para soportar las largas horas de tedio laboral, y alegrar un poco nuestros días con cosas absurdas que no valen la pena.

A partir de hoy mismo, las cosas van a cambiar. Ayer por la mañana me cambié de oficina; pasé de un cuchitril indigno a otra gigante, en la que también trabajará la gente del área comercial, y otras unidades nuevas. No más estar repartidos. Ahora estamos todos juntos, ahí mismito. Ya no somos 7 en una oficina, llamándonos a grito pelado y con la radio fuerte, cagados de la risa… somos 21 en un galpón “enshulado”, en el tercer piso, con los ejecutivos. No sé qué pasara con esto; supongo que seguiremos pelando el cable y riéndolos de tallas sin sentido (porque buenos para el hueveo somos todos). Pero ya no será lo mismo. Al menos los cubículos lo hacen más difícil.

Sólo por eso, como despedida al lugar que me acogió por 1 año y 11 meses - y que fue testigo de tantos chascarros, risotadas, desayunos y maratones de pizza - quise escribir esto. El entrepiso nunca volverá a ser el mismo.

Buáaaaaaaaa... echo de menos mi rincón...

Acá dejo el link para descargar “Nata Di Marzo” y la letra, para el correspondiente Karaoke.

Update (28/06):
Si ya el ligre era raro... éste la cagóooooo!