A ver… cómo partir… lo que pasa es que tengo vagos recuerdos del día aquel. O sea… como que me acuerdo de muchas cosas, montones de detalles mínimos, pero no me acuerdo bien de cómo encadenarlos. Son momentos saltados. Es obvio, andaba con un temblequeo raro por dentro, aunque por fuera parecía tener todo controlado, al menos al principio, mientras caminaba por el metro y cruzaba el puente.
Por ejemplo, recuerdo que en un momento me sentí en un capítulo de Friends, específicamente ese cuando Ross quiere invitar a salir a Rachel, en el balcón del departamento, y un gato se le tira en la cabeza y le caga todo… porque en un momento tu gato se acercó y no se fue más… no había como echarlo… como adivinando que su buena y exclusiva vida de regaloneo se acababa… ja ja ja…
También me acuerdo que mientras conversábamos sonaba Franz Ferdinand en la radio (mi grupo regalón del año pasado), y después me parece que escuché algo de Blur… nada mal la selección…
Al principio todo iba bien, relajado… pero a medida que avanzaba la hora, sabía que tenía que resolver el asunto, y hacer la gran pregunta… ya no tenía excusa para quedarme ahí más rato (ya te había entregado los cigarros)… y tartamudeaba entero… la mente se me nubló y no estoy seguro de haber dicho nada muy cuerdo…
Debo confesar que me siento bastante raro escribiendo esto; lo pude haber hecho más piola y escribirte una carta personal… o por mail… o por último, un mono en el msn y listo, se acabó…como lo haría la gente “normal”. Pero siento que se lo debo al blog; después de todo, gracias a esta tonterita te conocí; es aquí donde cuento las cosas que me pasan, y esto es lo que me pasa ahora.
En fin. Fue hace un año nomás, pero no parece. Es que llevamos saliendo mucho más que un año… de marzo, más o menos… Pero tu lo sabes, oficialmente, es un año.
Y ha sido un lindo año.
Feliz aniversario, monita.