Qué se puede decir... No sirvieron las llamadas de los vecinos a los municipios, los despachos televisivos matinales, la elaboración de un mapa con los principales eventos... nooooo, se tuvo que recurrir a una medida tan insólita como ingeniosa, un concurso freak para elegir el cráter urbano más grande de Santiago para que los alcaldes se pusieran las pilas, y no quedaran en verguenza.
Si, está bien. Se consiguió el resultado. Llamaron la atención. Se taparon los hoyos. Pero no deja de ser significativo lo que manifestaba el representante de la Asociación de Automovilistas Unidos de Chile (¿qué clase de agrupación es ésa???), entidad organizadora del concurso: "a las 48 horas de iniciado el concurso se comenzaron a tapar los hoyos... la plata estaba..."
¿Qué estaban esperando? ¿por qué nadie hace las cosas hasta que la amenaza de quedar en ridículo se asoma? ¿Es que de ahora en adelante habrá que hacer un concurso para todo?
Hay que decir que el parchado de los hoyos fue bien mula... pa la tele nomás, cosa de no ganar la indigna mención y salir del paso por un rato (como se hace todo acá nomás: que el alambrito, que la tapita de bebida bajo la pata coja de la mesa, que la tirita de scotch...) De acá a un mes es seguro que tendremos nuevos cráteres (me acuerdo de la super pavimentación de la Alameda de la que tanto se jactaba Trivelli hace unos años... tengo miedo!)