martes, septiembre 20, 2011

Yo no tengo Twitter

Yo no tengo Twitter. Y si algo que he aprendido es que nunca hay que decir nunca… pero creo que es bastante probable que me mantenga así, al margen del ejército de fans de los 140 caracteres. Porque he visto que son más los problemas y complicaciones que trae esta red social, comparado con sus beneficios. Atados, cahuines, malentendidos, peleas, psicopatías y eso. Facebook me gusta, porque a pesar de que no escribo mucho, de no manifestar tanto lo que realmente "estoy pensando", me sirve para ponerme al día con mis conocidos, ver en qué están, si están de viaje, si están enfermos, si encontraron polola o si están esperando guagua, qué se yo… pero hasta ahí nomás llego. Twitter no. Porque tampoco tengo taaaaaantos pensamientos brillantes o entretenidos para compartir, mi rutina es bastante monótona y simplona, de la pega a la casa y de la casa a la pega, con cueva veo algo de tele y sería. Soy un convencido de que no aporta mucho andar comentando "tengo hambre" o "puta que hace frío". Si es por escribir cosas, me quedo acá, en mi olvidado y apolillado blogspot, en el que me puedo extender más allá de la simple anécdota; tratar un tema, desarrollarlo, y hasta acompañarlo con coloridas fotos robadas de internet (algo arregladas y retocadas, para que no se note tanto, por supuesto). El que llega puede comentarlo y dar su opinión sin problema, y listo. Un lindo intercambio.

Además, noto un cierto… cómo decirlo… impulso narcisista en esto del Twitter. Me da la impresión que todos persiguen ser famosillos, ser citados, ser el primero que tira el chiste de moda, acumular seguidores, ojalá por miles y no cualquiera, sino que otros que sean igual de famosillos… ser algo así como ciber-celebridades(?). Comentan y comentan hasta lo más mínimo, buscando pasar al estrellato virtual; no pueden vivir sin sus teléfonos inteligentes supermodernosos, y pasan horas pegados, sin importar donde estén… en la micro, en el metro, en la calle, sentados en el cine antes de que comience la película… Yo creo que eso es lo que más me apesta del twitter. No es el Twitter en si, son los que lo usan, los twiteros. He podido leer conversaciones entre 2 de estos tipos de más de 15 mensajes… ¿ya no existe el chat? ¿ya no existe el e-mail o el teléfono? ¿por qué publican conversaciones que no tienen sentido para el resto del mundo? Hasta el nombre que se le asigna a quienes se suscriben a una cuenta me provoca rechazo, "seguidores" poh… ¿qué onda?.

Yo sé que no todos son así, y que - como todas las cosas - si se usa bien es de utilidad (demostrado en los días posteriores al terremoto del año pasado); lo que hacen los medios, las radios, cosas de tipo informativo "real", el dato duro y específico que necesita la gente… súper bien, nada que decir ahí, pero en general predomina esta actitud medio ególatra de tipos que no le han ganado a nadie que sólo buscan "que los sigan", "ser influyentes".

Todo eso choca bastante con mi forma de ser, uno que no es muy dado a contar sus cosas. Por eso no tengo Twitter. Y no creo que lo tenga.

Honestamente, me haría una cuenta sólo para esos concursos ridículos que están comenzando a hacer las multitiendas. Pero así y todo, me da mucha lata.