jueves, enero 17, 2008

2007 (revisión)

Han pasado 17 días desde que comenzó el 2008, y veo que no hice el obligatorio – al menos para mi, porque es de ésas cosas que no puedo evitar - recuento del año que ya terminó (o sea, si lo hice, a grandes rasgos, pero no lo he exteriorizado). Es que no fue tanto tampoco. 2007 se colgó del vuelito que le quedaba al estupendo 2006. Una prolongación en cámara lenta, más pausada y sin tantas sorpresas de lo que había sido el año anterior, y que perfectamente podría decir que terminó en octubre. De ahí en adelante, he estado en una especie de inercia, haciéndolo casi todo en “piloto automático”. El trajín del año comienza a pasar la cuenta, uno quiere vacaciones, y ya lo he dicho antes, la temporada de calor no me gusta nada. Y ésta ha sido lo peor.

Podría decir muchas cosas del 2007, pero sería un lugar común a estas alturas… el año del Transantiasco, el año que las Natalias de Chile quisieran olvidar, el año en que subió todo (la luz, el gas, la bencina, etc.) y así. Creo que si tuviera que catalogarlo de alguna forma, 2007 sería el año en que la cigüeña pasó por mi lado (pero afortunadamente de lejitos nomás), porque los embarazos y nacimientos se multiplicaban en mi reducido pero contundente entorno social. De entradita, en enero, me enteré de una amiga que está muy lejos, muy al norte (a la mierrrrda pa ´rriba), estaba esperando una niñita. En febrero, una compañera de trabajo quedó en shock al saber. En mayo, otra amiga me zamarreó con la noticia que tenía dos meses de embarazo. Y así. Los últimos impactos de esta ola se vivieron en diciembre, cuando nació la guagüita de mi prima, y un amigo al mandarme su saludo de año nuevo, me comunica que “el que viene” también me desea un feliz año (ése es abusador, porque su hijo anterior tiene poco más de un año…) Y la cosa amenaza con prolongarse los primeros meses de 2008, con el nacimiento del hijo de otro viejo amigo y camarada, ahora en febrero.

Aclaro que así como no hubo recuento del 2007, tampoco haré promesas ilusas para este comienzo de 2008. Sigo en estado de inercia. Nada de metas que yo sé que al final no cumpliré. Le daré como venga nomás; ahí veré como lo hago. Tal vez en un año más escriba algo así como que 2008 fue el año de la improvisación... ja ja ja ja ja... ni yo me la creo (o sea, cero posibilidad, sería como negarme a mi mismo), pero le tengo fe. Creo que será un buen año. De esos que se recuerdan. Distinto. Especial.

Le comentaba a una de esas amigas cibernéticas que tiene uno en estos días de Facebook, Messenger y demases, que todavía no me siento en 2008. Que recién en marzo asumiré que ha comenzado un nuevo año. De esa onda, bien escolar. Enero prácticamente no existe, es un anexo estúpido posterior a las fiestas y previo a las vacaciones. Nada más. Y acá estoy, pudriéndome con este calor de mierda que no deja ni dormir, esperando que pasen estas 2 semanas que me quedan para largarme de vacaciones. Que las quiero ya. Con urgencia. Las necesito. Más ahora que prometen ser muuuuuuuuu güenas. Necesito salir de acá, para darme un último gusto, dar por terminado 2007 y empezar de una buena vez el 2008.

Como corresponde.

Update: se me olvidaba una mención especial a la serie más novedosa y divertida del 2007, y que me voló totalmente la cabeza, partiendo desde la secuencia de créditos. Ojalá que la huelga de guionistas se termine pronto, y que no afecte a calidad de los libretos, porque yo me cago de risa con las tonteras de éstos nerds. Además que, siendo honesto, no creo que dure más de dos años.

**Esto debí colocarlo ayer, pero no tenía cómo hacer el link al tema de inicio... obligado a aplicar Rapidshare nomás...