lunes, julio 17, 2006

La media cueva

Yo me considero un tipo con suerte... aunque ni tanto. O sea, tengo bastantes posibilidades de ganarme la polera, el llavero o la chuchería X que hay de premio de consuelo en cualquier sorteo, pero nunca me ganaré el auto o los pasajes a Miami. La dosis justa de fortuna. Claro que, como cualquier cosa, no es porque si... por lo general participo en concursos y sorteos no muy publicitados, en los que sé que no engancha tanta gente, y por tanto mayores son mis posibilidades; es cosa de lógica nomás, no tiene ni una ciencia.

Haciendo un rápido escaneo mental, creo que los 5 premios más memorables que me he ganado en la vida han sido:

1.- una cámara fotográfica de 35 mm. (para variar, como segundo premio, porque el premio principal era una tele con un VHS) en el concurso para el público que se hacía en "Atrévase Otra Vez", del naciente canal de TV La Red, consistente en partir una manzana con una espada; el que dejaba las 2 mitades casi iguales, ganaba el premio grande. Tuve la cueva de que el otro participante era bastante malo, por lo que gané por descarte... aunque no me gané la tele (porque no dejé las mitades parejas, pero lo hice mejor que el otro sujeto), debo decir que estaba bastante contento con la cámara, porque era bastante rica y le hice chupete en la gira de estudios... Lo freak del episodio es que me convirtió, por un par de días, en una especie de pseudo celebridad en el colegio por aparecer en la tele (como si fuera la gran cosa...)

2.- Una camiseta oficial de la Católica, modelo 2002, otorgado por Fox Sports cuando transmitía el futbol nacional (en aquella época en que se podían ver los goles libremente en el canal que uno quisiera, y no existía ese invento nefasto llamado "Canal del Futbol"). Había que mandar un mail con sugerencias para mejorar el sistema de campeonato - bastante experimental en esos tiempos, pues se volvía a 2 torneos cortos, sólo que ahora con play offs, al estilo mexicano - y yo me colgué de un par de ideas que dio otro tipo, y le agregué un par de inventos míos... Notable regalo, que conservo con mucha satisfacción hasta el día de hoy, y que sería perfecta si no fuera porque viene "autografiada" (o sea, rayada entera) por el ratón Pérez. Lamentablemente, yo estaba en el estadio ese día, y me perdí la alegría inmensa de escuchar a Solabarrieta mencionar mi nombre como flamante ganador... já!


3.- Un polerón de los Depeche Mode, gracias a un concurso de "Sábado Taquilla"... estaba recién apareciendo al mercado el “Songs of Faith and Devotion”, y regalaban varias copias, junto con otros premios alusivos al lanzamiento... yo mandé muchas cartas (mandar es una expresión, porque las fui a dejar al canal) porque quería el CD, pero me gané el polerón, lo que a la larga fue mucho mejor, porque el disco se puede comprar en cualquier lado, y el polerón no.
4.- Un vale de consumo por 40 lucas al Infante 51, cortesía de Publimetro Sábado... por una circunstancia fortuita, llegó a mis manos, vi publicada una pregunta que había que responder (según un artículo que aparecía en el mismo diario... o sea, cero esfuerzo, había que leer un poquito nomás), y mandé el e-mail; eso fue un sábado en la tarde... el lunes me llaman temprano y me avisan que había ganado... la raja, fácil y bonito.

5.- una invitación a comer sushi al Mikado, gracias a “Maldita Sea”, del Canal Rock And Pop... la quería como regalo para mi mamá (se aproximaba el día de la Madre), y sólo me costó lo que me demora hacer un dibujo del Pera y el Salfate devorando un montón de camarones y demases... es lo que se llama proyección de la voluntad: yo quería ese premio y lo gané.

Puede que se me olviden otros, pero en estos momentos recuerdo:

Una entrada para el recital de Brian May, los B-52s y Joe Cocker, cortesía de Extra Jóvenes, cuando Chilevisión era RTU (agradezco a mi vecina Daniela y a la empleada de su casa, la Viviana, que me prestaron el teléfono para hacer las muchas llamadas... qué barsa!)

Una mochila con un par de cds y unas entradas para ver a Cindy Lauper (la 2da vez) y Los Fabulosos Cadillacs, que regalaba un programa desconocido e insufrible – por el conductor – de la radio Tiempo... yo alucinaba con el premio, porque se suponía que era una mochila con “un montón de cds”... me imaginaba que eran como 10, y fueron sólo 2 (estamos hablando de la época en que no habían copiadores de cd, por lo que la piratería no existía, y un compact era un gran premio...) Respecto de las entradas, las revendí y con esa plata compré el ticket para ver a Aerosmith.

Una polera, cortesía de Macromedia, en uno de los sorteos que hacen en esos seminarios en los que presentan los nuevos softwares (no eran tan malos esos eventos... uno podía hacer vida social con un par de conocidos y tomar mucho café). La polera es la raja, y ahora es de culto, ya que Macromedia no existe.

Un set de productos de ESPN (mochila, polera y gorro), por participar en un concurso de tipo virtual (me costó muchos mailes diarios... es increíble lo que uno hace por un viaje a un partido de la Champions League, que para variar se lo ganó un argentino, creo).

Un set de productos (jockey y polera) de la segunda película de Tomb Raider en la noche del estreno, por haber adivinado una trivia musical pop (todo el mundo reconoce el tema de los Banana Splits, asi que no fue gran cosa... aunque yo quería la botella de Jack Daniels). Esa fue gracias a Oscar, un amigo que tuve en una productora publicitaria en la que que tuve la mala cueva de estar un tiempo, que me regaló la entrada (debiera decir las entradas, porque cada vez que lo invitaban a un estreno y no podía ir, ahí aparecía yo para bolsearle...)

Una entrada doble para ver "Los Angeles de Charlie II", que gané por mandar un fax a La Segunda... lo pasé bien, me reí harto y quedé como rey con mi hermana, que quería ver la mentada película.

Una entrada para el Sue II (Blondie, Rinocerose y Cerati), en noviembre del 2004, gracias a un concurso de Radio Concierto (la gané porque todo el mundo se peleaba para ver a Morrisey), aunque la vuelta a las 2:20 de la mañana en micro desde San Carlos de Apoquindo te la encargo... (nunca más!)

Y claro, lo que motiva este post... la semana pasada gané una entrada doble para ver "Broken Flowers", gracias a un concurso por e-mail de la radio Play. Esa fue mi última gracia... no tengo una tremenda suerte, como para ganarme algo que me cambie la vida, pero al menos me da como para hacerla más variada... por eso es sólo la media cueva nomás.

UPDATE: Se me olvidaba, debía mencionar que existe algo peor que no ganar nada en un concurso... y es ganar algo que uno NO quiere. Es un cacho, una soberana tontera... si no ganas, mala cueva nomás, y sigues con tu vida normal; en cambio, si ganas algo que no querías, normalmente uno regala el premio en cuestión. Ahora, si lo que uno ha ganado es tan penca y nadie lo quiere, es un verdadero atado... me pasó una vez que participé en radio Concierto, queriendo ganar un CD de 31 Minutos (si, soy un pendejo)... y me gané el de "Bananas" , esa pelotudez sin sentido que inventaron los de Canal 13, esa especie de CQC con monos (???). Todavía no sé qué cresta hacer con él...

jueves, julio 06, 2006

Soundtrack Mental

Siempre recuerdo que odié una escena en particular de “Alta Fidelidad”, y no porque fuera mala, sino porque me sentí casi asaltado: es aquella en la que Rob Gordon se arregla con la mina que le gustaba (interpretada por la sueca aquella de apellido impronunciable), sale de su departamento feliz y embalado, y en su cabeza comienza a sonar “We Are The Champions” de Queen... y yo ahí, sentado en la butaca del cine, mirando sin poder creer lo que veía... yo hago eso!!! Exactamente lo mismo... ése es MI tema de la victoria!!! (no es muy creativo, lo sé, pero acostumbra a sonar en mi mente cada vez que las cosas me resultan tal y como yo quiero...) Maldición! Me lo robaron!

Y así como ésa, varias canciones suenan de forma instantánea en mi cabeza, como un acto reflejo, dependiendo de la situación... Por ejemplo, cuando juego (o más bien jugaba) una pichanga ocasional (muy ocasional, porque soy muy malo... incluso siempre me ponen al arco ya que aperro bastante mejor), al correr con la pelota suena “A Little Less Conversation”, versión Junkie XL (en la más Nike...)

O cuando corro – debo ser el único weón de casi 30 que aún corre para todos lados con gusto – para entregar un documento en la pega o porque voy atrasado a alguna parte, se activa solita en el playlist mental “Lust For Life” de Iggy Pop, casi como si fuera Renton arrancando de los pacos. Hay veces que, en la misma circunstancia, empieza a sonar “I Fought The Law” de los Clash (maldita Nissan X-Trail) o el tema de Nerf Herder que da inicio a Buffy, la Cazavampiros.

Ahora último, en mi trabajo me ha tocado pesado… tengo muchas cosas que hacer, y estoy reventadísimo… las hago apenas, y lo que más odio es cuando me obligan a rehacer algo que acabo de terminar… es en esos momentos cuando se activa la Marcha Imperial de Star Wars en mi mente, y recorro los pasillos desatando mi furia expresada en miles de chuchadas por minuto contra mi jefe…

De seguro hay muchas más, pero en este momento no recuerdo; lo que me queda clarísimo (y lo asumo totalmente) es que sin la tele no soy nada...