miércoles, julio 01, 2009

4 años

Por lo general, tengo buena memoria, y me gusta recordar cosas. Eventos importantes, de ésos que marcan, pero también de los otros, de los freaks, de los intrascendentes, de ésos que sólo me importan a mi… del tipo “ése día me tomé mi primera Cherry Coke” o “la primera vez que vi Terminador 2 fue con tal persona…”

Hoy es un día de ésos. Cumplo 4 años en mi actual trabajo, y quiero dejarlo registrado acá. Considero que es importante, ya que es el trabajo en el que más he durado en la vida. Lo que yo hago cada día no es una cosa para volverse loco, no me da grandes lujos, ni viajo por el país, ni tengo descuento en nada que me interese o algo parecido, pero me paga, me mantiene ocupado de 9 a 6, sin grandes sobresaltos, y me permite desenvolverme en algo parecido a lo que estudié. 4 años. Uno no se da ni cuenta. Pasan volando… Y han ocurrido tantas cosas! He conocido gente diversa, entretenida (y de las otras también, pero bueh…hay de todo en el mundo) he vivido buenos momentos (y compartido otros bastante tristes) y me han capacitado un par de veces. Creo que eso es lo fundamental. Sentirse útil, sentirse parte de algo.

Ahora, sé que alego y pataleo comouncampeons cada mañana por tener que venir a la pega (que tengo sueño, que tengo lata, que no quiero trabajar, que me mandan puros cachos, etc, etc, etc) pero asi es la vida laboral nomás. Pasa acá y en todos lados. Nos pasa a todos. Como dice un amigo “no hay trabajo malo, lo malo es tener que trabajar”. Y es asi nomás. Pero es cosa de recordar cómo estaba la cosa hace 4 años, y me doy cuenta que estoy mucho mejor. Por lejos. Prefiero quejarme de trámites interminables y de que mi jefe no tiene idea de nada, en vez de estar botado sin hacer nada.

En fin. Creo que me hará bien guardar esto. Recordar lo bien que me sentí cuando me dijeron que me habían aceptado, y que partía el 1 de julio “pa dejar bien ordenadas las cuentas”… sobretodo en éstos días de invierno en lo que único que uno piensa es ganarse el Kino, para no trabajar nunca más, y no tener que levantarse temprano. O en esos viernes, cuando faltan 20 minutos para irse, y llega a través del e-mail el cacho maldito "urgente" que lo calza a uno hasta las 8 de la noche… Tengo que hacerme la idea nomás, porque no pretendo irme antes de un par de años. Creo que aún me quedan cosas por hacer acá…



-->