viernes, diciembre 31, 2021

Volver al pituto

Cierro 2021 con algo curioso: después de lograr trabajar más de un año seguido en el mismo lugar (desde mi casa por pandemia, sin tener que salir a una oficina, con los horarios a mi pinta y eso) decidí aceptar un par de pegas paralelas. Lo que se llama pitutear, en chileno. Y es que después de 3 años de precariedad laboral y cesantía semi permanente, estoy aceptando cualquier cosa extra. Todo pa´dentro nomás, nunca se sabe cuando vuelvan las vacas flacas. Si me da el tiempo y puedo hacerlo, a darle nomás, ya dormiré cuando me muera(?)

 

La cosa es que dos buenos amigos que conocí en mi primera época de e-learning me invitaron a trabajar sus proyectos. Es complicado trabajar con los amigos (de hecho hay un dicho "no trabajar nunca con amigos o familiares") porque da pie a relajo o a situaciones poco formales y siempre una de las partes queda disconforme. Nada de eso pasó. Debo decir que en ambos casos fue bacán: todo muy profesional, muy formal, muy bien especificado: lo que se requería, lo que estaba bien, lo que había que corregir o cambiar, mucha comprensión y buena disposición (porque se entendía que todos estábamos haciendo otras cosas). Al contrario de lo que pudiera pensarse, no me lo tomé a relajo, le puse mucho empeño para que todo resultara bien, porque si a ellos (y a sus superiores) les gusta y quedan contentos con mi trabajo, me llamarán de nuevo y puedo seguir haciendo otras cosas. En vez de hacerlo al lote, a la rápida, casi por cumplir, quise demostrarles que hicieron bien en contar conmigo, que cuando hay que trabajar se trabaja y no los iba a dejar mal.

 

Siento que fue una experiencia súper buena, me dejó muy contento cumplirles, en lo requerido, en los plazos, y en lo que pude proponer. Me quedo más que satisfecho sabiendo que en cualquier minuto me podrán ubicar para nuevos proyectos, o que me pueden recomendar a otra gente, no porque sea un conocido sino porque lo hago bien.

 

Como dije al principio, cierro el 2021 con la alegría del deber cumplido.

lunes, junio 14, 2021

Mr. Robot (2015-2019)

La semana pasada pagué una deuda televisiva: terminé Mr. Robot. Qué tremendo pedazo de serie. De solo pensar en los últimos capítulos me baja la ansiedad, es impresionante.

 

Una de las (tantas) gracias de la serie es que es muy verosímil, todo se trata de forma muy realista, de cómo sería un ataqué cibernético verdadero (y sus consecuencias sociales); pero desde la 3ra. temporada insinúa que va a tomar un giro fantástico/sci-fi medio gratuito (que choca contra la esencia de su propuesta, y le da un elemento de tensión permanente), que aumenta en cada episodio, y que lo mantiene a uno cautivo y expectante hasta el final. Uno está todo el tiempo con la sensación de que va a "guatear", que se va a ir a la cresta, pero no, se las arregla para seguir hasta el último.

 

El final es un tema aparte; es raro encontrar una serie que termine "bien", "redonda", sin cabos sueltos o tramas sin explicar. Acá pareciera que la serie termina 3 capítulos antes, pero justamente esos 3 capítulos "que sobran" son los que la hacen inolvidable. El espectador cree que ya está todo hecho, y de golpe seguimos y seguimos, para darnos cuenta que el final no era el auténtico final, que la serie se trataba de otra cosa, de algo más grande, de algo invisible y al mismo tiempo a la vista desde el 1er capítulo, trabajado con una suavidad y delicadeza que no se puede creer.

 

Espectacular técnicamente, visualmente bien trabajada, con muchos guiños a cosas que conocemos, capítulos especiales con un uso especial de los recursos (hay un episodio que es todo un plano secuencia, sin cortes; hay otro que es mudo, con sólo 2 líneas de diálogo en 45 min, etc.) y con el vértigo permanente que se va a descarrilar y convertir en otra "Lost", logra salir airosa de manera silente, sin estridencias pero con la satisfacción de haber llegado a su destino de la mejor manera y de haber contado la historia que realmente quería contar y no la que parecía.

 


martes, agosto 18, 2020

Agosto

Agosto es un mes extraño. Oscuro, frío y lluvioso la mayoría de las veces. Es como el jueves de los meses, a nadie le gusta porque están todos esperando que llegue septiembre, que en este país significa primavera, sol, calorcito, feriado y días de hueveo.

 

Como ocurre desde hace unos años, este mes me ha pillado con una sensación distinta, me pone particularmente sensible y melancólico, y no tiene relación exclusiva con ser el mes en el que nací. Obvio que para mí es especial, pero además son muchos los eventos importantes de mi vida que han ocurrido en agosto. El 27 fue el día que la conocí, que la ví por primera vez, alguien que yo amé y que me quiso, alguien tan especial que quise casarme con ella; y lo hicimos, en un evento muy feliz, lleno de amigos, familia y comida, un 9 de agosto. El 14 de agosto renuncié a un trabajo que me gustaba y en el que hice muchos amigos, para comenzar un nuevo proyecto, lleno de nervios e incertidumbre, el 20 de agosto. Un compañero de colegio cumple años el 14, otro el 18, otro el 25 y otro el 27, y a todos los recuerdo, pese a que nos los veo hace años y que probablemente no los vuelva a ver.

 

 

Facebook se encarga de recordarme cada una de estas experiencias. Inevitablemente hago un recuento, veo lo bueno, lo malo, lo que quisiera olvidar y lo que me gustaría repetir. Pese a que me veo levemente más joven y no represento la edad que tengo, yo sé cuántos años son. Y no son pocos, ha corrido harta agua bajo el puente. Todas esas imágenes, lugares, caras, nombres y sensaciones se aparecen de golpe este mes.

 

Agosto, mes de los gatos, mes del corazón, mes de la montaña. Mes de todo y de nada al mismo tiempo. Es el mes en el que comienzo un nuevo año de vida, mi 31 de diciembre a escala personal, en el que uno espera una pequeña ayudita del universo, no cagarla tanto y que las cosas salgan bien.

 

Este agosto es especial porque inicio una nueva aventura laboral. Me sorprende ansioso, nervioso y esperanzado, sintiendo que puede ser el punto de partida de algo bueno, y principalmente, duradero. Que no sea un espejismo.

 

 Espero lograr nuevos recuerdos positivos para los agosto del futuro.

miércoles, junio 10, 2020

Todavía duele

Puedo confirmar que, después de 1461 días, todavía duele. Duele mucho.


Siempre se dice que el tiempo curas las heridas y que sólo "hay que darle tiempo al tiempo". Puede que sea así. Ya no es un estado permanente, no es algo que tenga siempre. Pero hay momentos en que la realidad golpea fuerte y quedo mal un buen rato. Eventos que parecen un sueño, que nunca ocurrieron. Preguntas que nunca tendrán respuesta. Conversaciones con el aire, esperando una reacción que no va a llegar. Risas. Lugares. Películas. Personas. Conciertos. Programas de TV. Comidas. Canciones.


Se hace difícil de llevar, los tiempos actuales no colaboran: pandemia, cesantía, recesión económica, incertidumbre, agitación social, pesimismo generalizado. Un futuro negro por venir.


No veo que vuelva a ser el de antes. Acompañado. Apoyado. Motivado. Pleno. Feliz.


Siempre pensé que esto era un peso que debía cargar el resto de mi vida, que lo voy a lamentar hasta que la memoria me lo permita. Y hasta ahora así es.


Duele el desprecio, el ninguneo, la indiferencia, pero lo merezco. Mi mayor fracaso, un cagazo gigante que no puedo solucionar. Sólo aprender a vivir con esto.


No es un estado permanente, son momentos específicos. Pero duele. Duele mucho.




domingo, enero 26, 2020

#RIPKobeBryant

Yo te vi jugar. Yo te vi ganar. Yo te vi siendo un grande, digno sucesor de Jordan, de Magic Johnson y de tantos otros que nos deslumbraron en los 90. Compañero de Shaq y artífice de los campeonatos del 2009 y 2010. Un símbolo de los Lakers. El último representante de una era dorada del básket. El gran Kobe Bryant, Black Mamba, el 8, el 24, el último gran crack.


Así se te va a recordar, como una leyenda.

Un gusto haberte visto jugar.


jueves, marzo 14, 2019

¿Realmente, vale la pena todo esto?

Llevo más de un mes y medio trabajando, pero no se siente como algo real: me hicieron el contrato inicial de tres meses, onda a prueba, y si les gusto seguiré. Lo más probable es que no quede. Por eso mismo no me gusta contar a mis amigos y conocidos que estoy con pega: mientras no firme nada a largo plazo (mínimo un año) no lo considero como algo estable. Ya el año pasado tuve una experiencia similar, en una agencia que sí me gustaba, incluso ganaba menos plata, pero el ambiente era mejor y creo que fue positivo. En cambio, siento que entré mal acá (si, estoy escribiendo desde la oficina, un jueves a las 11:30 de la mañana, sin mucho qué hacer).

En el posteo anterior comenté que me sentía rarísimo, rodeado por tanta juventud, gente con tatuajes, pelos de colores, que viste animal print y que anda en scooter eléctrico. Estos días he logrado interactuar más y de a poco me voy soltando socialmente. Lo que me tiene mal es lo que hago, el trabajo en sí. Es muy aburrido. Enfermo de latero. Súper fome. Hay largo rato en el día en que no hago nada. De hecho, estoy escribiendo esto para que me vean que hago algo, es la única razón por la que estoy cargando nuevas entradas en el blog. Si tuviera otros programas en el computador me dedicaría a retocar fotos, aprender trucos HTML para sitios web, descargar imágenes para fondos de pantalla y cosas así. Pero acá no tengo niuna cuestión. Por primera vez en mi vida me cuestiono mucho si vale la pena perder casi 10 horas de cada día de mi vida en esto. Fuera de broma, me he visto en el baño mirándome al espejo, preguntándome cuánto más podré aguantar o por qué estoy acá. Trato de pensar positivo y asimilar que dentro de todo soy afortunado: no hago gran esfuerzo, no mataré a nadie, y para lo que hago el sueldo es bueno, pero no hay caso, no me gusta, siento que no me aporta nada. Respiro. Me miro a los ojos de nuevo para darme fuerza. No puede ser que la vida adulta se reduzca a esto.

Siempre he dicho que para que un trabajo me guste se deben cumplir 3 condiciones: 1.- súper obvia, pero en Chile no siempre se da: que te cumplan lo ofrecido. Si te ofrecen 600, que sean 600 y no 597. Si te dicen que pagan el 25, que sea el 25. 2.- que lo que haga sea motivante, entretenido. Que sienta que aporto, que mi punto de vista es importante y que hace la diferencia. Porque si no, ¿para qué? Y 3.- la gente: estar rodeado de gente buena, amable, con buen ánimo y disposición, de la que puedas aprender, lo que sea, cosas técnicas o experiencias de vida. Que exista un buen clima que a uno lo haga sentir cómodo, como si estuviera en casa. De eso se trata, no? Si al final uno pasa más tiempo en el trabajo que en la casa. Es importante sentirse acogido, que uno quiera estar ahí, que no sea un castigo o una tortura (ya es suficiente con tener que levantarse temprano). En este caso puntual, se cumple el 1 (a pesar de cierta informalidad en los procedimientos; hay casos de compañeros que aún no firman nada, a pesar de llevar más de 6 meses, pero mientras sigan pagando el sueldo está bien), estoy trabajando en el 3 (ya converso más con el resto, me he aprendido los nombres y ya me metieron a un grupo de Whatsapp, supongo que es un logro) pero el punto 2 lo veo difícil, es lo que me tiene conflictuado. Se suma el hecho de que soy el único que hace mi pega específica. Los redactores son varios, los diseñadores son muchos, hay varias ejecutivas de cuenta… pero yo estoy solo, el único wn que hace lo que hago. Extraño tener un compañero, alguien con quien conversar, comentar el día a día, del que puedas aprender, que te eche una mano cuando algo no te resulta.

En fin, trato de no darle muchas vueltas al asunto. Lo importante es cumplir el día, y echarle pa´delante nomás. Al término de los 3 meses se verá si sigo o no. Si me quedo, a hacerlo lo mejor posible, minimizando los errores (que los he tenido, hay que ser honesto). Mientras no tenga algo mejor, en términos de sueldo o estabilidad, la misión es aguantar. Aunque cueste (y p´ta que cuesta). Y si no sigo, a tomarlo como una oportunidad. Ya habrá algo que hacer en lo que sea bueno y me motive de verdad. Y si no, pucha… habrá que inventarlo.

martes, febrero 19, 2019

Unfrozen Caveman Lawyer

El Unfrozen Caveman Lawyer es un personaje clásico de un sketch del “Saturday Night Live” de principios de los 90s. Como su nombre indica, trata acerca de un cavernícola - magistralmente interpretado por el difunto Phil Hartman - que es descongelado en la época actual y trabaja como abogado defensor (el que representa a sus clientes en la corte). En los juicios, cuando debe exponer y presentar los casos justifica que no entiende muchas cosas de la vida moderna, porque “es sólo un cavernícola”.



¿Qué tengo que ver con este personaje? Pues que desde hace un tiempo me siento como si yo fuera el Unfrozen Caveman Lawyer. Llevo casi un mes trabajando en una agencia de comunicación digital, y como nunca, me ha costado “enganchar”: no tengo amigos, ni compañeros cercanos y tampoco he participado en actividades grupales o algo parecido (recién la semana pasada me invitaron a tomar algo después del trabajo, pero no me convenció demasiado… mala mía). Ojalá no se preste a confusión: no me han tratado mal, pero me siento fuera de lugar entre tanta juventud: mucho tatuaje, mucho pelo de color, mucho tazón de unicornio, mucha barba hipster, mucho “hoy trabajo desde mi casa”, sin mayor trámite. Se suma que, por primera vez en mucho tiempo, no tengo un compañero directo, alguien que trabaje a la par mío y al que pueda recurrir en caso de dudas o consultas, que me enseñe trucos de software o con el que simplemente pueda conversar del partido del fin de semana.


El tipo de cosas que debo enfrentar cada día


Me siento extraño e incómodo, permanentemente cuestionado, tratando de hacer bien un trabajo que es aburridísimo y sin mayor sentido, y al mismo tiempo, peleando por encajar en este nuevo mundo dominado las redes sociales, los medios digitales y la vida online. Cada día se hace eterno, y “lucho” internamente para aguantar y prolongar mi presencia en la agencia, sabiendo que la situación laboral está más difícil que nunca: vengo de una cesantía de casi 7 meses, la segunda racha más larga en los últimos 2 años (!!!), y no quiero que se repita en un buen tiempo. Pienso en mi mamá, en mi tata materno, en los sacrificios que han hecho tantos en mi familia, me armo de ánimo y trato de poner mi mayor voluntad y entusiasmo, pero se hace muy difícil.


Lamentablemente, no hay vuelta atrás. La vida en la era digital es así, los cambios son cada vez más rápidos, bruscos y radicales, y debo aprender a vivir plenamente en este siglo.


Como dice Keyrock, el Unfrozen Caveman Lawyer, "este mundo moderno me asusta y me confunde".

martes, julio 24, 2018

18:50 hrs. en Rosario Norte




Cada tarde, durante 3 meses, mientras trabajé en el sector de Rosario Norte, vi esto: el hermoso contraste de la tarde que se oscurecía y las luces que se encendían en los edificios vecinos. Tonos azules, naranjos y amarillos se fundían hasta dar lugar a la oscuridad, interrumpida artificialmente por miles de tubos fluorescentes.


Es algo súper absurdo, porque ocurre en cualquier complejo de oficinas del mundo, pero la sensación de salir del trabajo, sentirse libre por un rato y ver esto, hacía que sonara en mi cabeza "Rhapsody In Blue" de Gershwin, lo que lo hacía sobrecogedor. Por unos minutos, hasta que desaparecía el sol, era el mejor momento del día. 


Para hacer la experiencia completa (adelantar hasta los 10:37):


miércoles, diciembre 28, 2016

De a poco...

No me había dado cuenta que hace un par de semanas fui al primer recital desde aquel nefasto show de Kaiser Chiefs, en esa horrible semana en que mi vida se fue a la mierda.


¿Será una señal? ¿Quiere decir que de a poco estoy volviendo a ser yo?



lunes, noviembre 14, 2016

Up

El sábado, haciendo zapping, pillé el final de "Up" en el HBO y me quedé pegado viéndola.


No deben haber sido más de 14 minutos pero qué tremenda la encontré. Siempre me había quedado la sensación de que está un poco sobrevalorada (a excepción de los primeros 8 minutos que son magia pura), pero ahora le encontré un gustito especial. Una especie de tristeza melancólica con final feliz, una cosa agridulce que te deja pensando. No es lo más recomendable en mi situación actual pero no me dejó tan mal (menos mal que no ví el principio porque ahí si me voy a la mierda!)


Sin duda el trabajo de Michael Giacchino tiene mucho que ver ahí, qué pedazo de banda sonora hizo ése tipo! De lo mejor de los últimos 10 años, bien ganado tiene ese Oscar.


Es la vida nomás... un día uno lo tiene todo, al otro no queda más que un álbum de fotos con viejas aventuras y sin nadie al lado... :(

viernes, octubre 28, 2016

De una semana a la otra


miércoles, agosto 24, 2016

40

Hace una hora cumplí 40 años. No me gusta nada. Es total y diametralmente distinto a como pensé que iba a vivir este momento. De hecho es lo opuesto: no hay celebración, esperanza, ilusión por un futuro mejor, por la "segunda mitad de tu vida". Siento soledad, miseria, una podredumbre interior que es dificil de asimilar. Veo todo negro, amargo, sin sentido, sin salida.


Oficialmente tengo 40 años y estoy de vuelta en la casa de mis papás sin saber qué va a pasar conmigo. Por primera vez en muchos años no sé nada. N-A-D-A. Estoy a una semana de tomar un avión y salir de vacaciones a Europa, lo que sería motivo de alegría para cualquiera, pero en esta ocasión no. No estoy contento: me siento confundido, nervioso, asustado. El mundo se ve como un lugar amenazante y frío. Lo voy a hacer porque ya está pagado, ya cagué nomás, no tengo opción. Las circunstacias en las que compré el pasaje eran diferentes, mi vida entera era diferente. No tenía mucho en mente, no había hecho grandes planes, pero esperaba que todo eso cambiara DESPUÉS de este viaje, porque pretendía que fuera el último en mucho tiempo. Este era el punto de partida de un futuro (¿próspero? y) feliz. De consolidar lo bueno que tenía. Qué iluso.


Y aunque mi vida se fue al carajo, curiosamente eso es lo único que se mantiene: yo creo que este será mi último viaje internacional en años. Porque se avecinan tiempos complejos para mí. De dudas, de intertidumbre, de asumir que lo que una vez fue ya no existe más.


De empezar de nuevo.


Y aunque me sienta enfermo de nervioso y con todo en contra, voy a viajar. Porque necesito sacarme esta sensación de mierda. Quiero caminar, recorrer, pasear, cambiar de aire. Ver gente. Otra gente. Otros colores y olores. No pensar en la cagada que tengo en mi vida. Sacar ideas, inspirarme, motivarme. Sentir que no soy el estropajo humano que soy actualmente. Así que desde el otro martes comienzo a cerrar un lindo ciclo de poco más de 10 años, que partió con un viaje a Toronto un viernes de enero de 2006. Debiera dar las gracias y sentirme afortunado por tener la oportunidad de haber hecho estos viajes que me abrieron el mundo.


Supongo que algún día lo haré. Cuando me reencuentre conmigo, vuelva a tener fuerzas y sienta lo bueno de vivir la vida. Cuando vuelva a ser yo. Cuando me sienta querido de nuevo.


Por ahora queda pendiente. Necesito olvidar este año de mierda. Sólo quiero eso.

sábado, junio 25, 2016

No merezco nada

Soy un perfecto pedazo de basura.

lunes, enero 11, 2016

Adios a un grande: David Bowie

Esto va a ser bien breve, principalmente porque no puedo quedarme ajeno ante la muerte de David Bowie, al que siempre consideré un crack.


1.- No sé si alguien lo puede corroborar (lo que quiero decir es que no sé si alguna vez lo dije en voz alta; yo estoy seguro que si, porque no es algo nuevo), pero siempre pensé "cuando sea viejo quiero ser como Bowie". A los casi 70 años estaba impecable. Paraíto, hablando de corrido, súper activo, sacando discos, haciendo películas. Maestro.

2.- En el último tiempo le perdí la pista, no estaba muy al tanto de sus proyectos, pero debo confesar que pta que me alegró verlo en "El Gran Truco", la película de Nolan, haciendo de Nikola Tesla. Un tipazo mega bacán interpretando a otro tipazo mega bacán. Una multiplicación de "grosses" en la pantalla. Nolan no pudo elegir a otro mejor.



3.- El día de hoy ha sonado Bowie todo el día en la radio, y todo el mundo coloca sus videos favoritos en Facebook. Hay varios notables, principalmente de los 70 y 80, pero la que para mí es la mejor es Life On Mars. Sólo escuchar el piano de los primeros 5 segundos me para los pelos. Una weá impresionante, sobrecogedora, que me sacude entero y me obliga a subir el volumen y dejarla un buen rato. Temazo. El mejor de Bowie.

Increíble... se nos fue el Duke Blanco. Una gran pena, porque fue de repente, nadie lo vio venir. Así como irrumpió, se fue. Un crack. El mejor.

Gracias por ser lo que quisiste ser. Hasta el final.


PD. Hoy al llegar a mi casa, y publicar esto, me dicen que en el metro de Santiago alguien hizo esto:


Qué puedo decir, lo encuentro la raja, no pudo ser mejor; ojalá que se quede así por largo rato.

miércoles, abril 22, 2015

10 años

Y bueno, quién lo pensaría... este rincón sin sentido ha cumplido 10 años. En estos 10 años me han pasado muchas cosas, tantas que no podría enumerarlas ¡y en los más de 3 años que tengo botado este sitio también! Pero ya iré de a poco tratando de ponerme al día, sacando las telarañas de acá. Hay un par de eventos y situaciones que me gustaría dejar para el recuerdo.

 

De momento, no mucho. Solo las buenas intenciones de retomar la actividad por estos lados.

 

¿Ya conté que me casé? Bueno, eso. Y que faltan sólo unos días para salir de vacaciones y mandarme un merecido viaje a Barcelona y Londres, algo que me tiene muy ansioso, pero muy contento también.

 

Va a ser la 2da. vez que viaje a Europa, y ahora voy casado... algo que jamás me habría imaginado hace 10 años.

lunes, marzo 18, 2013

Adios Horizonte

Nunca pensé que me iba a afectar tanto, pero la muerte de la Horizonte me tiene mal.


No es como cuando cagó la Concierto, que fue de un día para otro, y chao nomás. Resultó peor eso de que lo anunciaran con anticipación. Una laaaaaarga agonía.


Y llegó el día. Todo mal.


Gracias por todo, por acompañarme en la pega estos últimos 4 años, por las tallas por GTalk con la Leslie mientras sonaba algún tema bacán, por poner en pantalla el nombre de las canciones que después uno googleaba, por rimar con rinoceronte, por invitar a sacar más la vuelta, por ser la última radio buena que quedaba en el FM.... en fin, gracias por los buenos momentos.


Adios Horizonte.


¡Gracias!

martes, enero 31, 2012

El Jóker

Domingo, 14:30 hrs. Es un día caluroso, y llevo puesta una de mis poleras favoritas, una que tiene la cara del Guasón (regalo de mi hermano).

 

La polera en cuestión


Para llegar al Metro, debo cruzar el el Puente del Arzobispo. Los que lo conocen, saben que es habitual que haya niños o jóvenes de la calle pidiendo plata. Esta vez había sólo uno, que le pidió "una monea" a la pareja que iba caminando delante mío. Mientras camino, voy pensando "me va a pedir plata, me va a pedir plata… me va a calzar con una monea...", pero el cabro se queda pegado en otro detalle. "Ooooh, qué güena polera", me dice. Yo hago un movimiento con la cabeza, dándole la razón. Pasa un segundo, comienzo a alejarme de donde estaba sentado el cabro, y comienza decir algo, como si pensara en voz alta:


"...me gustaría ser el Jóker (si, así, tal cual, con acento en la O)… LOS MATARÍA A TODOS..."


Lo único que atiné a hacer fue apurar el paso.


Igual me dio risa... y miedito.


creepy.com

viernes, diciembre 30, 2011

2011

Y ya se va el 2011, un año... ahí nomás, parejito... no me pasó ninguna desgracia ni cosa grave que lamentar, pero no vamos a decir que lo voy a recordar con cariño; en fin, ya se acaba, y comienza el 2012... al que le tengo cualquier fe. De verdad que si. Quiero hacer hartas cosas, partiendo por recuperar mis tardes, y volver a "vivir"... aprovechar mejor mi tiempo libre, y alejarme un poco de la pantalla del PC (no creo que lo logre... jajaja...)

Se vienen tiempos mejores. Tengo todo la tincá. Y si no, que se acabe el mundo. Ahora si que si.

jueves, octubre 06, 2011

Gracias, Steve

Hace tiempo, en algún verano aburrido cuando no tenía mucho que escribir en este blog, y como para darle algo de "sustancia", se me ocurrió hacer una sección especial, escribiendo de personalidades destacadas; gente valiosa, de hoy o del pasado, que - según yo - hubiesen hecho alguna contribución al mundo, a la gente, a nuestra vida. Porque hay personas grandes que aportan, y es bueno que se reconozca. Y no hablo de grandes cosas, al contrario... siempre me interesaron más los detalles. El primero de la lista era Jobs. Acto reflejo, casi inmediato. Por lejos.

Fue lo primero que pensé ayer por la noche, cuando me enteré de su muerte.

Por una cosa de tiempo nunca pude escribir nada acerca de él, y tampoco creo que pueda hacerlo ahora. Sólo quiero dejar testimonio de que ayer (y hoy) fue un día triste, porque el mundo perdió - a mi juicio - a un grande, a un genio, a un adelantado; alguien que quiso hacer cosas innovadoras y creativas. Obviamente, nunca lo conocí, y todo lo que uno sabe es lo que sale por los medios, pero siempre me quedó la sensación de que era un buen gallo. Un tipo que se caracterizó por su visión, pero también por su pasión, por su entusiasmo, por siempre querer dar un paso más allá, y hacer las cosas bien. Con cariño. Un tipo humano, que no lo pasó bien, que sufrió, que dejó la universidad porque no tenía plata, que perseveró, que tuvo éxito, que fue despedido de la empresa que él formó, que años más tarde volvió, casi como un salvador, a esta empresa, que tuvo cáncer... que tomó todas esas lecciones y fracasos como enseñanzas y aprendizaje para la vida.

A la vista del impacto que generó su deceso, creo que no soy el único que pensaba así...



Como ya dije, no voy a escribir mucho sobre Steve Jobs, porque en estas horas se ha dicho todo, y en los próximos días seguirá la avalancha informativa. Se hablará del futuro de Apple, de su herencia (monetaria e inspiracional), de sus sucesores, se editaran biografías y reportajes, etc, etc, etc. No me extrañaría que hasta una estatua o monumento le hagan en Cupertino.

Lo que es yo, sólo diré: Gracias, Steve. Más que por el iMac, más que por el iPod, más que por Pixar (miren lo que estoy diciendo!!!)... Gracias por enseñarnos a hacer las cosas con pasión, con entusiasmo. Con amor.

Es triste, muy triste... se nos va un grande de nuestros tiempos.

martes, septiembre 20, 2011

Yo no tengo Twitter

Yo no tengo Twitter. Y si algo que he aprendido es que nunca hay que decir nunca… pero creo que es bastante probable que me mantenga así, al margen del ejército de fans de los 140 caracteres. Porque he visto que son más los problemas y complicaciones que trae esta red social, comparado con sus beneficios. Atados, cahuines, malentendidos, peleas, psicopatías y eso. Facebook me gusta, porque a pesar de que no escribo mucho, de no manifestar tanto lo que realmente "estoy pensando", me sirve para ponerme al día con mis conocidos, ver en qué están, si están de viaje, si están enfermos, si encontraron polola o si están esperando guagua, qué se yo… pero hasta ahí nomás llego. Twitter no. Porque tampoco tengo taaaaaantos pensamientos brillantes o entretenidos para compartir, mi rutina es bastante monótona y simplona, de la pega a la casa y de la casa a la pega, con cueva veo algo de tele y sería. Soy un convencido de que no aporta mucho andar comentando "tengo hambre" o "puta que hace frío". Si es por escribir cosas, me quedo acá, en mi olvidado y apolillado blogspot, en el que me puedo extender más allá de la simple anécdota; tratar un tema, desarrollarlo, y hasta acompañarlo con coloridas fotos robadas de internet (algo arregladas y retocadas, para que no se note tanto, por supuesto). El que llega puede comentarlo y dar su opinión sin problema, y listo. Un lindo intercambio.

Además, noto un cierto… cómo decirlo… impulso narcisista en esto del Twitter. Me da la impresión que todos persiguen ser famosillos, ser citados, ser el primero que tira el chiste de moda, acumular seguidores, ojalá por miles y no cualquiera, sino que otros que sean igual de famosillos… ser algo así como ciber-celebridades(?). Comentan y comentan hasta lo más mínimo, buscando pasar al estrellato virtual; no pueden vivir sin sus teléfonos inteligentes supermodernosos, y pasan horas pegados, sin importar donde estén… en la micro, en el metro, en la calle, sentados en el cine antes de que comience la película… Yo creo que eso es lo que más me apesta del twitter. No es el Twitter en si, son los que lo usan, los twiteros. He podido leer conversaciones entre 2 de estos tipos de más de 15 mensajes… ¿ya no existe el chat? ¿ya no existe el e-mail o el teléfono? ¿por qué publican conversaciones que no tienen sentido para el resto del mundo? Hasta el nombre que se le asigna a quienes se suscriben a una cuenta me provoca rechazo, "seguidores" poh… ¿qué onda?.

Yo sé que no todos son así, y que - como todas las cosas - si se usa bien es de utilidad (demostrado en los días posteriores al terremoto del año pasado); lo que hacen los medios, las radios, cosas de tipo informativo "real", el dato duro y específico que necesita la gente… súper bien, nada que decir ahí, pero en general predomina esta actitud medio ególatra de tipos que no le han ganado a nadie que sólo buscan "que los sigan", "ser influyentes".

Todo eso choca bastante con mi forma de ser, uno que no es muy dado a contar sus cosas. Por eso no tengo Twitter. Y no creo que lo tenga.

Honestamente, me haría una cuenta sólo para esos concursos ridículos que están comenzando a hacer las multitiendas. Pero así y todo, me da mucha lata.